¿Qué es la contaminación acústica y cómo podemos enfrentarla?

Británico (isotipo)

La contaminación acústica es un tipo de contaminación que frecuentemente pasa desapercibida para las personas, pues no se trata de algo palpable o visible. A pesar de ello, resulta igualmente nocivo para la salud e incluso genera efectos perjudiciales en el medio ambiente.

El problema de la contaminación acústica

Cuando se habla de contaminación acústica, se hace referencia a todo aquel bullicio producido por la actividad humana y que excede las condiciones normales o naturales de ruido. Esto incluye las bocinas de los automóviles, las construcciones, el vuelo de los aviones, hasta conciertos al aire libre.

¿Cómo afecta el ruido a las personas?

Lamentablemente, es en las grandes ciudades donde se genera la mayor cantidad de ruido y ello, aunque no lo parezca, juega en contra de nuestra salud. Entre los efectos negativos de la contaminación acústica, podemos enumerar los siguientes:

  • Irritabilidad y ansiedad
  • Dolores de cabeza
  • Presión alta
  • Pérdida progresiva de la agudeza auditiva
  • Dificultades para conseguir concentrarse
  • Puede generar insomnio y, por consecuencia, contribuir con los efectos anteriores

A causa de todo lo expuesto, la vida diaria te resultará más complicada y no podremos desempeñarnos al 100% de nuestras capacidades.

¿Qué consecuencias tiene para nuestro medio ambiente?

En la naturaleza, la contaminación acústica sí tiene efectos bastante destructivos. A diferencia de los seres humanos (que hemos evolucionado priorizando el sentido de la vista para nuestra supervivencia), hay animales que dependen del sentido del oído para cazar, ubicarse, etc.

Los delfines y las ballenas, por ejemplo, son seres que dependen en gran medida del oído para sobrevivir. Muchas de las embarcaciones utilizan un sonar que llega a alterarles el sentido de la ubicación. Estas criaturas son tan sensibles, que estos artefactos pueden dañarles el oído.

La contaminación acústica también reduce la amplitud de difusión de sonidos naturales que emiten los animales, por lo que les cuesta más aparearse. Por otra parte, los ruidos pueden atemorizar a algunas especies o alterar su conducta.

Nico’s Tip: Recuerda que los fuegos artificiales y los ruidos fuertes también le generan estrés y pánico a los animales, como los perros.

¿Cómo enfrentar el problema de la contaminación acústica?

Aunque no lo creas, existen diversas maneras en las que podemos contribuir para controlar la contaminación acústica y reducir sus efectos.

En casa

  • Hay quehaceres en el hogar que demandan el uso de electrodomésticos. Artefactos como la aspiradora o la licuadora generan un ruido molesto. Asegúrate de utilizarlos durante el horario diurno.
  • Evita escuchar música o ver la televisión con el volumen alto, ya que resulta molesto para los vecinos.

En la calle

  • Evita el uso de la bocina en los vehículos motorizados ¡Tocar la bocina en medio del tráfico no hará que este fluya más rápido!
  • Durante las fechas especiales del año (como Navidad y Año Nuevo) procura no estallar fuegos artificiales.

Si cada uno de nosotros comienza a colaborar, podemos hacer una enorme diferencia para reducir los niveles de contaminación sonora.

¿Qué más crees que se puede hacer para enfrentar este problema? ¡Cuéntanos!

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